Siete A-4B despegaron a las 10:30 horas desde su nueva base en San Julian, para cumplir la ultima presentacion de este sistema. Eran los NENE y los CHISPA, que se reabastecieron del PIEDRA, practicamente arribaron juntos a la ladera de Monte Kent. Los siete cruzaron las islas a baja altitud hacia la altura de Puerto Stanley, luego invirtieron el rumbo y atacaron las pocisiones en Monte Kent volando hacia el oeste. El ataque en verdad habia sido una sorpresa, y habian encontrado el tesoro mas escondido de los britanicos, los puestos de comando de la 3ra Brigada en la ladera oeste del Monte Kent completa, con el Gral. Moore, su estado mayor y sus comandantes de unidades reunidos para una exposicion sobre las operaciones que se desarrollarian esa noche.
- Cuenta el periodista Robert Fox, quien despues escribio en su propio libro:
"Alguien grito ¡cuerpo a tierra que ahi vienen! Charlie y yo nos tiramos atras de unas roca, que nos daban algo de cobertura. Vi claramente las marcas que tenian, en su panza, los Skyhawks verde oliva. Parecian bambolearse al costado del valle. Abrieron su fuego de cañones y se veian las llamitas que lanzaban sus bocas, y entonces dos pequeñas bombas comenzaron a planear con su blancos paracaidas que las frenaban desde sus colas. Turba y fuego erupcionaron desde la ladera a unos 40 mts. debajo nuestro mientras los aviones se deslizaban por el valle hacia planicie de Estancia House".
- Cuenta el Capitan John Greenhalgh, un piloto de helicóptero del escuadron 656:
"Los siete Skyhawks se vinieron desde la loma norte del Monte Kent, sabian donde iban, se fueron directamente a los puestos de comando. Les pasaron por encima y desprendieron sus bombas retardadas por paracaidas, pero le erraron, las lanzaron demasiado tarde. Para no delatar la posicion de los puestos comando, los helicopteros habian sido estacionados a campo abierto, a unos 450 mts. del vivac y estos sirvieron como señuelo porque atrajeron algunas bombas. Un Gazelle y un Scout sufrieron daños, pero el terreno de turba esponjosa absorbio la fuerza de las explosiones y no hubo bajas humanas".
- Cuenta el autor britanico Leo Marrito, en su propio libro:
"La verdad es que nadie habia anticipado la increibles habilidad y valentia que desmotraron los pilotos Argentinos, ni se habia contado con la ferocidad tremenda de los ataques aereos".
- Cuenta el numeral mas joven de la escudrilla CHISPA, el Alferez Moroni:
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